El próximo miércoles 17 de marzo, con el reparto de nuestras últimas cestas, clausuraremos el proyecto de ayuda alimentaria de Carabanchel Alto «Barrio que se Alimenta de Solidaridad».
En abril de 2020, respondiendo a las demandas de muchas familias del barrio afectadas por la emergencia social, desatada tras la paralización de buena parte de la economía por la pandemia declarada, iniciamos una experiencia nueva de atender, en parte, las necesidades alimenticias de algunas de estas familias.
Han sido 12 meses sin descanso, en los que hemos podido atender a unas 400 familias, más de 1.200 personas, gracias a las donaciones recibidas, en especio o dinero, por numerosas entidades, establecimientos del barrio, vecinos anónimos, decenas de personas voluntarias infatigables. Y la colaboración imprescindible de entidades como el Plan Comunitario y la Casa del Barrio de Carabanchel.
Contrasta esta enorme colaboración popular con la cicatería institucional; en lugar de ánimo y colaboración, hemos encontrado prepotencia, incapaces de reconocer que los recursos puestos en marcha distan mucho de alcanzar a las necesidades sociales que se han disparado por la crisis socio-económica citada.
Para la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto ha supuesto un enorme reto, en condiciones complicadas motivadas por la pandemia; pero hemos superado el reto, una vez más gracias a la colaboración vecinal, sin la que la asociación no es nada.
Hemos decidido poner fin, al menos por ahora, porque las fuerzas son limitadas, y necesitamos poner de manifiesto que este trabajo no nos corresponde hacerlo a las personas voluntarias, sino a las instituciones que gestionan unos recursos aportados por todas y todos.
Nosotros debemos retomar actividades que nos son propias, entre las que se encuentran también la denuncia de esta falta de atención a miles de familias necesitadas y la exigencia de que las instituciones den la respuesta adecuada.
En breve publicaremos un balance del dinero recibido y los miles de litros y kilos de comida que hemos podido repartir gracias a las contribuciones citadas.
A todas las personas y entidades que habéis participado de una manera u otra, más que las gracias os damos la enhorabuena, por el ejemplo dado, por mostrar una vez más que la dimensión social es imprescindible si queremos vivir en un barrio merecedor del calificativo de digno y solidario.
SOMOS UN BARRIO DIGNO Y SOLIDARIO.