El 29 de abril de 1.948 el término municipal de Carabanchel Alto fue incorporado a Madrid junto con el de Carabanchel Bajo. Este fue el primer paso de un proceso que se desarrolló entre 1947-54 y por el cual Madrid se anexionó 13 municipios limítrofes, en concreto Carabanchel Alto, Carabanchel Bajo, Chamartín de la Rosa, Canillas, Canillejas, Hortaleza, Barajas, Vallecas, El Pardo, Vicálvaro, Fuencarral, Aravaca y Villaverde por este orden.
El problema venía de antiguo y ya desde principios de siglo se piensa en dar solución a los problemas que va creando la creciente área metropolitana. Madrid se expande y con él sus problemas y para dar una solución de conjunto a esta circunstancia, para poder planificar sobre todo el conjunto de forma eficaz, se piensa en solucionarlos bien anexionando, bien creando una Mancomunidad de Municipios.
En 1910 ésta se crea formando parte de ella todos los que luego se anexionarían menos Fuencarral y Barajas más Getafe, Leganés y Pozuelo. Sobre ella se extendería el proyecto de planificación de Núñez Granés para el cual Madrid llevaría la fuerza impulsora de la capitalidad en forma de planes y cooperación para el trazado, construcción, conservación de vías públicas, agua, luz, policía, transportes, etc.
Sus objetivos básicos se centraban en la seguridad de los habitantes, el fomento de la instrucción, la higiene, la expansión de la electricidad, etc. Su existencia fue tan lánguida e ineficaz que en 1930 ya había desaparecido sin haber aportado ninguna solución relevante.
La experiencia pues resultó fallida. Enseguida se plantean otras soluciones como el anexionar parte de términos municipales limítrofes como los de Vallecas y Vicálvaro. En estos municipios se daba la circunstancia de que fueron los propios Ayuntamientos de estos municipios los que solicitaban la renuncia a favor de Madrid de parte de sus términos municipales para mantener el carácter rural de sus núcleos primitivos olvidándose de los barrios de Puente de Vallecas y La Elipa-La Almudena que estaban ya prácticamente unidos a la capital sin solución de continuidad.
Tras la guerra y con los objetivos de ciudad imperial o gran Madrid, la apuesta por la anexión era irreversible. El nuevo régimen político desea una capital del Estado grande que haga sombra a la creciente Barcelona y se pueda comparar con el resto de capitales europeas. Se barajan sucesivas listas de pueblos a anexionar en las que aparecen y se caen, además de los que se incorporarán, Alcobendas, Boadilla del Monte, Alcorcón, Leganés, Getafe, Pozuelo y Húmera. También surge la polémica sobre el ritmo y el orden de las incorporaciones. Hay que señalar que figuraban en todas las listas y como prioritarios los Carabancheles, Chamartín, Villaverde y Canillas.
La concreción legislativa del proceso de anexión sería la siguiente:
1941 Plan general de ordenación de Madrid que preveía extender la capital a 28 municipios. 1944 Ley 25/11 que ordena al Ayuntamiento de Madrid a que formule propuestas de anexión total o parcial de municipios colindantes. (38)
1946 Ley 1/3 regula la ordenación urbana de Madrid y alrededores para crear el Gran Madrid.
El 3 de septiembre de 1947 el último alcalde de Carabanchel Alto, Rafael López Izquierdo presenta las bases de la anexión con las siguientes palabras: El planteamiento de esta cuestión actualmente es necesario para resolver un problema ya iniciado con anterioridad como es el del inevitable y progresivo crecimiento de los grandes núcleos urbanos, que hacía preciso buscar las fórmulas adecuadas para establecer accesos convenientes, resolver la situación de los suburbios y tender, en fin, a la formación del Gran Madrid. La intervención del Estado en cuestión que tanto afecta al decoro y prestigio de la capital demuestra que es un asunto que rebasa la esfera municipal o local para entrar en el ámbito de los intereses nacionales.
También recuerda el lamentable estado en que Carabanchel quedó después de nuestra guerra de liberación y las mejoras importantísimas que desde entonces ha recibido gracias al loable esfuerzo de la Corporación municipal; a pesar de ello hay problemas que por necesitar de medios que escapan a sus posibilidades no han podido solucionarse por completo, como los transportes, las comunicaciones, aguas y viviendas; y es indudable que al pasar este Municipio a formar parte jurídica y físicamente del municipio de Madrid, con sus cuantiosos medios y su perfecta organización técnica, podrán rematarse satisfactoriamente en un plazo menor de tiempo. Por encima de cualquier sentimentalismo debe tenerse presente el interés del vecindario de Carabanchel Alto; de su comodidad, sus mayores comunicaciones y transportes, las mejoras sanitarias, sociales, etc., que lógicamente deben aumentar con la anexión total. No debe suponerse nostálgicamente que con la anexión vayan a desaparecer tradiciones castizas y típicas costumbres de Carabanchel Alto; no se perderán, como no se perdieron nunca la de los viejos barrios populosos hoy enclavados en un Madrid cosmopolita y moderno. Todo un ejemplo de pragmatismo este de López Izquierdo.
El 9 de enero de 1948 se publica el Decreto del Ministerio de Gobernación en el que se autorizaba la anexión de los Carabancheles; el 12 de febrero del mismo año se aprueban las bases de la anexión que finalmente se lleva a cabo en la citada fecha del 29 de abril de 1948. Hay que señalar que en esta fecha se efectuó la anexión efectiva de los dos primeros municipios (Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo) a Madrid, porque la siguiente, la de Chamartín de la Rosa se realizó el 5 de junio de 1948, aunque el Decreto de Gobernación se remontaba al 14 de noviembre de 1947.
En la tarde de ese 29 de abril de 1.948 se celebran los actos solemnes de anexión, primero de Carabanchel Bajo y después de Carabanchel Alto. (39) Asisten al acto, además de los dos últimos alcaldes de cada Carabanchel, el gobernador civil de Madrid y Jefe Provincial del Movimiento, Carlos Ruiz que preside el acto, el alcalde de Madrid José Moreno Torres, conde de Santa Marta de Babio, y el Presidente de la Diputación Provincial marqués de La Valdavia.
La ceremonia se compone de discursos de estas personalidades congratulándose por haber dado este primer paso hacia la construcción del Gran Madrid, confiando en que el hecho suponga la solución a muchos problemas de los antiguos municipios, y enviando telegramas de adhesión al Jefe del Estado, al Ministro de la Gobernación y al general Muñoz Grandes, nacido en Carabanchel Bajo.
El alcalde de Madrid hizo un donativo de 10.000 pesetas para los pobres del distrito.
El hecho tendrá una gran repercusión en toda la prensa de la época, la cual resalta el fervor popular ante la anexión y la celebración de misas y fiestas populares para celebrar el acontecimiento. (40)
Consumada la anexión, el Ayuntamiento de Madrid nombra Delegado municipal en Carabanchel Alto al concejal Joaquín Campos Pareja, que sería asesorado por el último alcalde, Rafael López Izquierdo. .
El 8 de junio Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo se unifican dentro del municipio de Madrid formando el distrito de Carabanchel con sede en el antiguo consistorio de Carabanchel Bajo, por lo que Carabanchel Alto pasará a depender de Madrid a través de Carabanchel Bajo. Este distrito abarcaba lo que actualmente ocupaban los distritos de Carabanchel y Latina.
En todo este proceso ni vecinos ni prácticamente Ayuntamientos son consultados. No se conocen manifestaciones significativas a favor ni en contra. No hubo reclamación u oposición alguna durante el proceso de exposición pública del expediente de anexión. Tampoco había una opinión pública tal como hoy la entendemos, sólo una oficial que se muestra complaciente, mostrando los beneficios posibles de la anexión. En una población en su mayor parte inmigrante y recién establecida estos problemas no eran prioritarios, o por lo menos no tanto como la solución a problemas de primera necesidad: Necesidad de encontrar o mantener un trabajo o una vivienda. Si acaso en los Carabancheles se teme la posible mayor gravosidad fiscal de Madrid.
NOTA: Este texto es un extracto del libro CARABANCHEL ALTO: HISTORIA DE UN PUEBLO que se puede adquirir en la Asociación de Vecinos y algunos establecimientos del barrio, por 6 euros.